domingo, 27 de marzo de 2011

Esencias Ohuáami de Gemas

Al utilizar esencias de gemas para curación, trabajamos con sistema de alimentación de los niveles celulares o moleculares del cuerpo humano.
Las gemas tienen efectos poderosos para corregir los patrones de energía anormal que pueden ser la causa de molestias o enfermedades.
Las Gemas y Cristales trabajan con las energías sutiles o etéricas movilizando la energía estancada, al mismo tiempo que estabiliza los niveles de conciencia, por lo que se está efectuando curación con energía pura.
Pero en realidad, el cuerpo físico es un campo de energía especializado, en equilibrio dinámico con sistemas superiores de energía que lo alimentan a nivel celular.
Esta alimentación se recibe a través de los meridianos y puntos de acupuntura que corren a través del cuerpo, suministrándole el fluido de energía que requiere cada órgano. A esta energía vital, los Chinos la llaman "Chi", los hindús le denominan "Prana".
Las gemas transportan el patrón de una estructura cristalina que mira a las estructuras minerales y cristalinas del cuerpo físico a nivel biomolecular; de ahí que las gemas colaboren más estrechamente con la estructura biomolecular a fin de integrar en el organismo la fuerza vital. Por último, las gemas son intermedias entre los otros dos sistemas de medicina vibracional porque ejercen una repercusión más fuerte sobre el fluido etéreo. Las esencias florales proceden del vehículo vivo que sustenta el patrón de la conciencia, mientras que las gemas amplifican la conciencia misma”.
Los elixires minerales o de gemas, como forma de terapia vibracional, son capaces de amplificar las energías que se hallan ya en movimiento por las estructuras sutiles de la anatomía de dimensiones superiores. Ayudan al equilibrio entre el cuerpo físico y los cuerpos sutiles, de manera parecida a la acción de las esencias florales, aunque no contienen tanta carga de energía vital como éstas. Los elixires minerales actúan conforme al principio de la resonancia vibracional por simpatía. Las gemas y demás minerales cristalinos tienen disposiciones moleculares de simetría geométrica propia de cada uno. Esta simetría geométrica de la estructura cristalina se caracteriza además por su frecuencia de resonancia y demás propiedades vibracionales específicas, que se transfieren al agua durante el proceso de impronta etérea mediante el cual se elabora el elixir.
La regularidad molecular de las estructuras cristalinas presta su influencia energética estabilizadora a los sistemas celulares y biomoleculares del cuerpo físico. Algunas gemas o minerales presentan una resonancia armónica especial con determinados puntos de la anatomía física humana. La curación mediante el uso de elixires minerales se produce cuando los patrones cristalinos almacenados en el remedio se transfieren por resonancia a las estructuras biomoleculares desestabilizadas del organismos físico enfermo. Conforme la energía vibracional se transfiere a determinados sistemas moleculares del cuerpo, la estabilización de los procesos bioquímicos promueve un aumento de la organización celular, de la reparación de los órganos, y un movimiento general hacia el estado de salud física.
Los elixires minerales afectan asimismo a la dinámica psicoespiritual de los individuos. En su acción a este nivel influyen sobre las estructuras sutiles de la conciencia, aparte la química molecular del cuerpo físico. Los efectos de estos elixires sobre los meridianos, los chakras y los cuerpos sutiles pueden llegar a ser poderosos. Al modificar los elementos sutiles que contribuyen a la lucidez consciente, pueden promover iluminaciones que finalmente conduzcan a una modificación de la conducta. No se trata de que alteren por sí mismos dicha conducta, sino las facultades conscientes en que la conducta se fundamenta. Con la iluminación recibida gracias a la ayuda de los elixires minerales, la persona queda en condiciones de atender mejor a sus problemas íntimos, o a las decisiones que deba tomar.
Aunque los elixires de gemas actúan más próximos al cuerpo físico que la mayoría de las esencias florales, no por ello dejan de influir a distintos niveles de conciencia. Como las esencias florales, los elixires minerales son concentrados de conciencia líquida que contienen los patrones evolutivos de la propia fuerza vital. Cuando uno ingiere un elixir mineral, lo convierte en una fuerza evolutiva capaz de estimular inspiraciones y por ende modificar la conciencia del individuo. Los elixires no son la fuerza causal del cambio pero sí motivan la inspiración que produce las fuerzas causales.
A diferencia de las esencias florales, sin embargo, los elixires minerales o de gemas, pueden limitar su acción al plano biomolecular del cuerpo físico exclusivamente, sin haber ejercido ninguna influencia directa sobre la dinámica psicoespiritual del individuo.
Cuando se usan esencias florales, se tiende a actuar sobre meridianos concretos; los elixires minerales, en cambio, influyen sobre todos los meridianos al mismo tiempo. Suponiendo que un elixir afecte a unos meridianos concretos, la influencia energética tiende a difundirse hacia los demás por la vía de los puntos terminales de acupuntura. No sucede este fenómeno con las esencias florales, lo cual puede ser debido al menos en parte, a la mayor potencia del efecto vibratorio de los minerales.

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