domingo, 27 de marzo de 2011

¿El tratamiento no puede interrumpirse?

Cuando la persona interrumpe el uso de una Composición Vibracional o no usa de una manera correcta, pueden causar en efectos “colaterales” -apertura de consciencia-. Lo mismo sucede cuando el tratamiento se procede normalmente, y todo pasa de una manera armónica. Algunas “novedades”pueden aparecer, necesitando atención, interpretación, y también de ser tratadas. Un tratamiento puede alcanzar ciertas fases y éstas fueron así organizadas, segundo mis prácticas y estudios:
Efectos de limpieza: son comunes, pues en ocasiones las Esencias son catárticas. Las esencias que buscan traer a la superficie de la percepción de ciertos Residuos Emocionales y Fragmentos Mentales, y estos pueden dejar la personalidad más sensible, espontánea o insegura que de costumbre. Cuando pasa, es reacción rápida, normalmente no muy intenso, pero perceptible. Es proporcional al Potencial de Interiorización de cada persona. Nadie se incomodará más que ya viene siendo, sólo que, con el uso de las Esencias Florales, la persona se pone más consciente. Al observar con más profundidad “el sufrimiento”, es fácil de entender su aprendizaje y encaminar su liberación.
Si la persona está usando el floral diferente de la forma recomendada: ella también estará siendo afectada por “alteraciones” de la Vibración de las esencias. Sólo que, en cierto modo en un momento diferente de otro. Ella no está dando continuidad, no librará tan fácilmente la queja. Está posponiendo el Cura Vibracional simplemente por que considera que aún no es tiempo.
La Transformación personal es perceptible, para la persona y para el otro: esto puede traer nuevas experiencias sociales para quién usa una esencia vibracional. No hay mucho aquí qué explicar,... cada uno puede observar en su vida las consecuencias del uso de un esencia. Será una nueva persona, debido a las nuevas situaciones, nuevas relaciones y ambientes.
“La cura de las partes no debe ser experimentada sin el tratamiento del todo. Ningún esfuerzo de curar el cuerpo debe hacerse sin tomar el alma en la consideración. Y, si la cabeza y el cuerpo deben quedarse saludables, es necesario empezar por la mente, porque el gran error de nuestros días, al tratarlos el cuerpo humano, es que los doctores separan el cuerpo del alma”.
(Platón, 429-348 a. C.)

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