domingo, 27 de marzo de 2011

Esencias Arewa Árboles Maestros y Flores Guía

Las esencias florales son preparaciones que tienen la fuerza vital de las flores en la plenitud de su floración. Las flores son la parte mas elevada de las plantas y tienen en su esencia vibraciones correspondientes a los sentimientos humanos. La aplicación de estas esencias puede traer al ser humano armonía y felicidad al facilitarle el manejo de sus emociones. Son Esencias Vibracionales de las flores y de los árboles. Existen muchos otras preparaciones de otras partes de la planta pero la Esencia Vibracional más fuerte de una Planta es la parte que lleva la información de la historia de su evolución espiritual y su parte en el Plan Maestro. Esta Esencia de la Flor está a nuestro alcance, del mismo modo que nos ofrece sus frutas y otras partes para alimento del cuerpo físico.
“La acción de estas medicaciones florales eleva nuestras vibraciones y abre nuestras vías para la recepción de nuestro Yo-Espiritual; inunda nuestra naturaleza con la virtud específica que se necesita y aparta de nosotros aquella cosa que está causando mal. Ellos son capaces, como una bella música o cualquier cosa que gloriosamente nos eleva, que nos inspira, de llevar nuestra naturaleza más cerca de nuestras almas, y con eso traer paz y alivio a nuestros sufrimientos. Ellos curan, no atacando la enfermedad, si no inundando nuestro cuerpo con las vibraciones maravillosas de nuestra Naturaleza Superior, ante cuya presencia, la enfermedad desaparece como la nieve en el sol”. Dr. Edward Bach, 1934
Si aprendemos a escuchar el lenguaje de las flores, establecemos un diálogo entre el Alma Humana y el Alma de la naturaleza. Ellas nos ayudarán a recuperar la armonía interna, ya que la inmensa gama de las esencias florales actúan sobre los desequilibrios en el cuerpo energético.
Cada esencia contiene un código especial que corresponde a las distintas actitudes mentales y emocionales del Ser Humano. Cuando el terapeuta receta la esencia adecuada, llega a la raíz del problema. Desde ese momento, comienza el desbloqueo interior que termina con la integración del Ser, ya que las Esencias amplían nuestro campo de conciencia y no actúan sobre la manifestación física del mal, sino sobre los bloqueos emocionales que lo motivan.
Las esencias florales son un campo energético sutil, mantenido en una alcoholatura (agua-alcohol), por lo que también es correcto utilizar el nombre de “elíxir floral” en lugar de esencias florales, que colocado en el campo energético sutil de otro ser vivo actúa por resonancia vibracional, armonizándolo. Sólo actuarán las esencias florales que encuentren receptividad vibracional en el receptor, por lo que sí se utilizan esencias florales "equivocadamente", no producirán ningún efecto diferente al del placebo.
La flor posee una cualidad que está dada por la conformación electromagnética y lumínica armónica de sus partículas, que al entrar en contacto con un campo energético en desarmonía, es capaz de armonizarlo. Actúa a niveles subatómicos por intercambios de luz, equilibrando y armonizando los flujos de energía de los campos energéticos a los que se les aplique su acción.
Como son tan sutiles sus efectos, estos sólo actúan a niveles de los campos energéticos sutiles y no de los densos y condensados como serían los órganos físicos. Sin embargo, al producir transformaciones de armonización de los campos electromagnéticos débiles humanos, y transformar las redes sutiles disarmónicas en flujos constantes y uniformes de energía, se evidencian efectos importantes en los estados emocionales de los humanos y animales, que puedan producir, por mecanismos humorales, cambios en el Sistema inmune (de defensa) y posteriormente en toda la materia densa, mejorando procesos orgánicos.
Las esencias florales una vez incorporadas en el cuerpo, gracias a su característica vibracional, entra en contacto con el cuerpo energético del paciente y viaja por él a través de los meridianos de acupuntura y se dirige a los chakras y órganos energéticos, donde producirá su efecto, que se manifestará inicialmente en los estados emocionales y posteriormente, y dentro de lo posible, en la materia.

Árboles Maestros

A través del mundo son numerosas las sociedades que otorgan un lugar privilegiado a los vegetales en su sistema de pensamiento. Varias de ellas hasta consideran ciertos vegetales como la fuente del saber y de los poderes (cosmológico, terapéutico y otros). De manera general, todo ocurre como si esas sociedades concibieran una continuidad, una solidaridad mística entre los vegetales y los hombres, entre el "crecimiento" vegetal y el crecimiento humano, entre los modelos de reproducción vegetal y humano. Este pensamiento se fundamenta en parte en la idea que el conocimiento de las cosas y de los seres del mundo no tiene su asidero en el hombre mismo, sino dentro de la naturaleza (vegetal) que lo rodea.

Los Reinos Energéticos

La sanación natural, o sanar del todo puede ser completamente imposible si el terapeuta no comprende los reinos energéticos. Todo es energía. Todos lo sabemos, y todavía experimentamos el físico como algo diferente. Es normal, y está BIEN porque de otra forma no tendríamos la experiencia completa aquí en la Tierra. Pero es bueno tenerlo en mente cuando intentamos sanar. Trabajando con la Madre Naturaleza es imposible no intervenir en los reinos energéticos porque todos los remedios naturales llevan un componente emocional y espiritual. Allí es donde reside el poder.
Para retomar nuestro poder, debemos recuperar nuestra energía, y fomentar nuestra fuerza. Trabajando en el paradigma de energía y de Tierra, podemos alcanzar ambos en un corto periodo de tiempo. Podemos comunicarnos con todas las cosas: plantas, animales, espíritus, y nuestros Seres Superiores. Pero hay algo diferente que sucede cuando entregamos nuestra energía para vivir en armonía con la Madre Tierra. Nos volvemos seres humanos reales. Somos incurablemente felices. Cuando nuestra biología está alineada con el amor de la Madre Tierra, la vida es buena, la vida es rica, la vida es totalmente real y en el momento. Todo lo que necesitamos nos es dado: alimento, medicina, cobijo y comunidad. Cuando combinamos eso con entregarnos a la energía Divina Celestial somos expansivos, universales y estamos en completa paz. Con estas dos cosas en su lugar, ¡definitivamente somos saludables!

Nosotros somos la medicina

La medicina de las plantas no puede ser verdaderamente activada sin la conciencia de que la sanación viene de cada individuo. Este cambio de percepción es el paso más importante para recuperar nuestra salud. La salud no es algo que se nos da más que la enfermedad. Hacernos responsables por nuestros cuerpos no es fácil. Esto puede significar cambios en el estilo de vida, cambios en la dieta, en el trabajo, en las relaciones. Esto significa confrontar nuestras sombras y comprometernos a crecer. Sobre todo significa elegir intenciones positivas sobre las negativas. Esto significa tomar decisiones en tu vida basadas en el deseo de estar en el paradigma del amor. No significa actuar feliz y amoroso todo el tiempo, sino elegir el camino del amor, lidiando con cosas no gratas de una forma real y tomar decisiones más saludables que al final elevarán nuestra conciencia.
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Recuperando Nuestro Poder
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Recuperar nuestro poder es lo mismo que recuperar nuestros cuerpos, nuestra salud. Todos nosotros tenemos el poder de sanarnos, de trabajar como comunidad para darnos poder unos a otros. De buscar en nuestros jardines, en las plantas y los árboles, lo que necesitamos. Si las medicinas que usamos están basadas en plantas medicinales, ¿no nos incumbe llegar a conocer a las plantas y a los árboles otra vez? Estamos en un tiempo crucial. Pero si nosotros, uno a uno, reclamamos nuestro poder y nuestra conexión con la naturaleza, eso no podría lograrse. La conversación acerca de parar a las compañías grandes terminaría, porque nosotros nos volveríamos imparables con nuestra propia convicción.

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